Anna Veciana · 08/07/2020

En cada país la pandemia avanza de formas e intensidades diferentes, y en Venezuela la palabra crisis se queda corta. “Sin querer ser amarillista, Venezuela se prepara para lo peor”, asegura el chef Víctor Moreno, que luego rectifica: “Bueno, de hecho, no está ni preparada”. Desde la complejidad que supone vivir la incertidumbre en un país donde apenas hay harina para arepas ni gasolina para el transporte, explicar las graves consecuencias de la llegada del Covid-19, “se necesitaría un libro de sociología al lado”, dice.

Al chef caraqueño no deja de sorprenderle las “12 Venezuelas” que asegura que cohabitan en un mismo territorio lleno de contrastes y contradicciones. La tan denunciada escasez de alimentos choca con la proliferación de un nuevo tipo de establecimiento llamado bodegones, en donde todo es importado y solo la gente adinerada puede permitírselo. “Estamos viviendo un momento histórico. A día de hoy, en el peor momento de la historia económica, social y política de Caracas, la cocina tiene los mejores ingredientes gourmet que jamás ha tenido”. Una realidad que convive con un mundo de fantasía en el que si uno quiere consigue fácilmente carne de Kobe o Wagyu, mortadela italiana o aceite griego de Kalamata. “No hay hospitales, pero hay foie gras, no hay test del coronavirus, pero hay limones sicilianos”, comenta. 

Aunque esta no es la única paradoja que asoma el país. Desde sus titánicas instalaciones en el restaurante Moreno, situado en el barrio de Altamira, en Caracas, Víctor Moreno ha logrado poner en marcha cuatro marcas de delivery y pick up desde que cerró el local hace ya cuatro meses. Uno de los mayores desafíos ha sido ajustar los precios de este servicio a domicilio que ya de por sí venían altos por la escasez de gasolina, uno de los problemas endémicos desde hace años en Venezuela, pero con la llegada del coronavirus se ha agravado hasta el punto de que repostar resulta casi imposible. “Si el delivery te costaba 4 euros, con el tema de la gasolina te cuesta 10. Y en eso, ya estamos limitando que la comida que ofrecemos es para quien tenga mayor poder adquisitivo”. En este negocio, nadie sale ganando porque “no tengo beneficios, pero me mantengo abierto porque me da fortaleza”, asegura. 

A este chef no le faltan agallas para destorcer la situación de por sí retorcida y darle la vuelta a la tortilla para seguir poniendo corazón a su profesión, sin perder el sentido de la realidad. Con ingenio y creatividad, ha logrado hacerse un lugar en medio de esta tormenta elaborando una cocina divertida, bien ejecutada y sin complejos: “La alta cocina se ha puesto complicada para seguirla todos los días. Así que manteniendo la esencia del cuidado del producto, lanzamos la marca Moreno En Casa, una línea de delivery de hamburguesas, otra de comida asiática y estamos viendo la fecha para sacar otra de pasteles y dulces”.

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Y aunque no lo parezca, esta es la primera de las varias crisis que Venezuela ha vivido en los últimos 20 años que le ha dado un importante revés a este chef y propietario: “Moreno era un oasis para la crisis de antes. De hecho, yo nunca viví ningún momento malo en estos 4 años abierto, siempre mantuve el negocio saneado”, admite. De sus 90 trabajadores, solo mantiene activos a 18 y con un 20% menos de su salario. “Lo que me ha dado esta situación es una verdadera sacudida de que seguimos evolucionando. Antes atendíamos a 200 personas diarias, ahora no tenemos ni previsión de abrir. A mis 45 años volví a tener el salario de cuando tenía 20. Significa que uno tiene que estar reinventándose todo el tiempo”.

Pocos chefs como Moreno siguen al pie del cañón en un país donde no hay maquillaje capaz de ocultar la cruda realidad. Muchos compañeros de su generación han tenido que marcharse en la última década, bajo la conocida diáspora bolivariana que ha dejado a casi 5 millones de venezolanos emigrados. Pero ni su pasaporte español le ha hecho replantearse su futuro hasta la fecha. “Yo me quedo en Venezuela porque adoro mi país, y tengo un compromiso con él.  Moreno es un restaurante enorme y es el sueño de mucha gente. Creo que mi lugar es aquí”.

Víctor Moreno ha ocupado un lugar sin demasiada competencia en donde ha sabido desde el emprendimiento convertir el desastre en oportunidad y encarnar la esperanza de aquellos que ven en él el empeño para seguir haciendo bien las cosas. “Hay una gran diferencia entre moverse y no moverse”. 

Con el cerebro fresco y una energía incansable, ha logrado poner en marcha otro de los tantos proyectos ideados en esta cuarentena:The New Kitchen, una propuesta en la que comparte sus mejores recetas en directo por zoom a la vez que responde a las preguntas de los clientes que cocinan con él.

El primero de muchos directos iba a realizarse la semana pasada, pero repentinamente y sin motivo, la policía entró en su restaurante cerrado y se lo llevó detenido sin explicación alguna. “Me tuvieron arrestado 3 horas. Fue una detención fortuita, mala praxis. Querían aplicar la ley y se les fue de las manos”, asegura. 

Desde su trabajo incansable por su defensa y rescate de la cocina venezolana, colabora activamente con World Central Kitchen, la ONG del cocinero español José Andrés que da de comer a 8.000 venezolanos diarios, en un momento en el que la situación se agrava y las cifras que llegan hablan por sí solas: una de cada tres personas tiene dificultades para llevar comida a la mesa.

La falta de recursos e inversión económica ha puesto en jaque las infraestructuras del país, en donde ni siquiera hay garantizada la luz, el agua y el gas. “Hemos tenido pérdidas gigantescas por uno de los cortes de energía. Estuvimos sin electricidad durante 4 días y perdimos 10.000 euros en comida”.

Su día a día, como dice, es un aprendizaje constante. “Cada día es nuevo para mí. Cuando a mí me hablan de los premios allá (Europa), yo estoy pensando en resolver lo de aquí, que es la jungla. Allí llega el camión refrigerado con los salmones ahumados, aquí hay que irlos a buscarlos al mar. Yo no me creo ningún héroe, ese es mi trabajo, sino no como”.

Restaurante Moreno del chef caraqueño Víctor Moreno, con una capacidad de 200 comensales.

**Víctor Moreno estará en el Culinary Connection ‘Vuelta al ruedo’ el próximo 15 de julio a las 16:00 España (CEST) → Inscríbete.