28-2-2023
¿Qué tienen en común Harry Styles, Lizzo, Katy Perry o ZZ Top con Lio, Tom Waits, los Beatles e incluso No me pises que llevo chanclas o el reguetonero Danny Ocean? Pues, entre otras cosas, alguna canción sobre comida, llena de comida o ligada a la comida. Por los doce temas que hemos seleccionado para esta playlist desfilan bananas split, chicharrones, chuletas, doritos, puddings, gambas o hamburguesas que no siempre son lo que parecen y que no solo lanzan guiños al paladar. A fin de cuentas, ¿quién no entiende a Rosalía cuando se niega a ser «tu bizcochito»…?
Music for a Sushi Restaurant. Harry Styles. (Harry’s House. 2022)
El tema que abre el disco recientemente galardonado con el Grammy al mejor álbum del año se le ocurrió a Harry Styles cuando, mientras cenaba con su productor en un japonés de Los Ángeles, empezó a sonar una de las canciones de su disco anterior, lo que le llevó a pensar que aquella era una “música extraña para un restaurante de sushi”. No es la primera vez que el cantante inglés escribe una canción con referencias a la comida: el año anterior, consiguió el Grammy a la mejor interpretación solista por Watermelon Sugar.
Chicken Teriyaki. Rosalía (Motomami. 2022)
Confesaba Rosalía en una entrevista a El País que desde pequeña le han gustado mucho las motos y que le interesaba la imagen de una mujer (una gata en este caso) montada en una bien grande, como una Kawasaki. A partir de ahí, las referencias a otra gata que quiere maki y al propio chicken teriyaki del título tienen más que ver con encontrar algo que rimase de forma más o menos “cute” con la marca japonesa que con su pasión por los platos de la cocina nipona. Su Motomami también incluye de postre un Bizcochito con el que proclama su radical independencia.
Dorito & Coca Cola. Danny Ocean & Tokischa (@dannocean. 2022)
Que el mundo del reguetón está plagado de finos paladares lo confirma este temaso a cargo de Danny Ocean y Tokischa, en el que el cantante declara su pasión por ella comparándola con uno de esos snacks de los que es imposible comer solo uno por aquello del bliss point, del que tanto sabe la industria alimentaria (y probablemente también los maestros del perreo), mezclado con la bebida más consumida del planeta, a lo que ella responde con las sutilezas líricas habituales del género, como “bailándote de lado te lo paro” o “si me veo así de rica imagínate mi popola”.
Dios. Mexican Institute of Sound (Distrito Federal. 2021)
Los chicos del Mexican Institute of Sound saben que comida, religión y sexo han ido casi siempre de la mano y así lo reflejan en esta electrocumbia en la que confiesan que si se encontrasen a Dios le pedirían quesadillas, si se encontrasen al chamuco (al diablo, vamos), le pedirían chicharrón y si los condenaran a muerte… pues casi que se pedirían “una gordita o tal vez dos” como última voluntad. Por pedir, que no quede.
Juice. Lizzo (Cuz I Love You. 2019)
“No soy ningún snack, soy una comida entera”, dice la explosiva cantante norteamericana en este tema de autoafirmación incluido en su tercer disco, en el que también se compara con el ragú, con el pudding y con el Chardonnay. En su primer álbum, Lizzobangers, ya había coqueteado con las cosas de comer en la canción Batches and Cookies, en cuyo vídeo aparecía entre donuts, untando de mantequilla a un tipo.
Bon Appétit. Katy Perry (Witness. 2017)
La cantante californiana se define como “una cinco estrellas Michelin” y bate el récord de metáforas gastronómicas por verso en este tema que interpreta apoyada por la banda de trap Migos y en cuyo vídeo se deja cocinar por un grupo de chefs: “Come con las manos, estoy en el menú”, “estoy abierta 24 horas”, “recién salida del horno”, “hago que repitas cada noche” o “me tienes desplegada como un buffet” son solo algunas de ellas.
Burger Man. ZZ Top (Recycler. 1990)
La banda de los tres barbudos (dos de ellos con pelo en la cara, el tercero imberbe, pero apellidado Beard) aplicó su fórmula musical de siempre a este tema salpicado de dobles sentidos y dedicado al plato nacional de su país, la hamburguesa, en el que presumen de prepararla mejor que nadie: “Cuando pruebes mi hamburguesa, nena, te crecerá una nueva glándula tiroidea. Comerte mi hamburguesa, nena, te hará tan lista como Charlie Chan”.
La tasquita de Triana. No me pises que llevo chanclas (Agropop. 1989)
A la sombra de sus hits Las calles de Chicago e Y tú de quién eres viajaba también en el primer disco de No me pises que llevo chanclas este auténtico himno a la tapa y a quienes las cantan en esas tascas familiares de toda la vida (“Tenemos los chipirones, tenemos las gambitas, tenemos el pollo frito…”) con el espíritu de puro cachondeo, y hasta algún apunte sociológico en este caso, que era marca de la casa de la banda sevillana.
Banana Split. Lio (Premier album. 1979)
Con tan solo 16 años la cantante belga Lio armó un verdadero ídem en la frontera entre los 70 y los 80 con el primer single de su disco de debut, del que llegó a vender 700.000 copias y que se convirtió en un bombazo en media Europa. La letra, aparentemente centrada en el famoso postre, servido por «el abominable hombre de las nieves» y causante de «avalanchas de chantilly», esconde (no demasiado, la verdad) intenciones mucho menos culinarias que sexuales, lo que sin duda contribuyó a su éxito.
Eggs & Sausage. Tom Waits (Nighthawks at the Diner. 1975)
Al igual que en la canción de No me pises que llevo chanclas nos encontramos aquí con el personaje de una camarera que va cantando los platos, a cual más greasy, que hay en oferta, solo que en este caso no se trata de una tasquita sevillana, sino de uno de esos tugurios para halcones nocturnos de Los Ángeles en los que las chuletas pueden caminar por sí solas “hasta el final de la barra” y de los que Waits era habitual, tal como confiesa en la intro de este tema, incluido en su primer disco en directo.
Savoy Truffle. The Beatles (The White Album. 1968)
George Harrison escribió esta canción para su amigo Eric Clapton, quien al parecer era tremendamente goloso y al que su pasión por los dulces le estaba causando algún que otro problema dental. En el tema desfilan, para provocar a Clapton, los nombres de las distintas variedades de bombones incluidas en las cajas “Good News” de la marca Mackintosh, como Creme Tangerine, Coffee Dessert o la propia Savoy Truffle que le da título.
Vegetables. The Beach Boys. (Smile Smile. 1967)
En nuestro menú no podía faltar una opción vegetariana, en este caso a cargo de Brian Wilson, quien por lo visto en aquella época andaba algo obsesionado con el ejercicio físico y con seguir una dieta a base de verduras. En la canción, interpretada a capella, puede escucharse a alguien masticando apio como parte de la percusión. Según rumores no del todo confirmados, se trata de Paul McCartney, de visita a los Beach Boys durante aquella grabación.