18-10-2024

Las festividades de Halloween, Todos los Santos y el Día de los Muertos tienen raíces profundas en distintas culturas, y aunque comparten elementos comunes como el tributo a los muertos y lo sobrenatural, cada una se distingue por su propia simbología, costumbres y, por supuesto, sus tradiciones culinarias, en las que la comida se convierte en vehículo para la  celebración, la ofrenda y recuerdo de los que ya no están. A continuación exploramos algunos de los platos que se consumen en estos días en los diferentes países.

Bambrack. Irlanda

Halloween deriva de una festividad de origen celta conocida como Samhain. En Irlanda, una de las tradiciones culinarias más antiguas es el bambrack (“pan moteado”), un pastel con pasas y frutas confitadas en el que se esconden pequeños objetos que indicarán la fortuna futura de quien se los encuentre. De este modo, un anillo ofrecerá al afortunado la promesa de casamiento inminente, un guisante todo lo contrario, un pedazo de tela garantizará pobreza y una moneda riqueza segura.

Ossa dei morti. Italia

Italia dedica dos días a recordar a los fallecidos, el 1 (Ognissanti o Todos los santos) y el 2 de noviembre (Giorno dei morti o Día de difuntos), en los que se preparan los ossa dei morti (huesos de los muertos), unas galletas hechas a base de almendra que simulan huesos humanos. En Sicilia también se consumen los frutti di martorana, similares al mazapán, elaborados con almendra y azúcar y con forma de fruta, que se ofrecen como homenaje a los difuntos.

Pan de muerto. México
El alimento más emblemático de esta celebración en México es este pan dulce, preparado con harina de trigo, leche, huevo, levadura, sal, mantequilla, anís y naranja o esencia de azahar, decorado con dos tiras de masa cruzadas que representan los huesos humanos y rematado con canela y azúcar, en ocasiones teñida de rojo  para imitar la sangre. Las calaveras de azúcar son otra tradición significativa, elaboradas y decoradas a mano con colores brillantes.

Fiambre. Guatemala
En el Día de los Muertos, nada más natural que comer “fiambre”, que es como en Guatemala se denomina a esta ensalada fría compuesta por decenas de ingredientes que combina embutidos (mortadela, longaniza, salchichas…), vegetales encurtidos (remolacha, rábanos, cebolla, zanahoria…), quesos y carnes frías (pollo, lengua…), con la que se simboliza la diversidad cultural del país y la unión familiar.

Guaguas de pan. Ecuador

Con forma de momia, las llamadas guaguas de pan remiten en Ecuador, según algunos historiadores, a la época en la que las comunidades indígenas momificaban a sus líderes. Se preparan con harina de trigo, huevos, leche, mantequilla, azúcar, sal y levadura, suelen tener rellenos dulces (chocolate, guayaba, mermelada, etc.) y se decoran con distintos colores que forman ojos, nariz y boca. Tradicionalmente se acompaña de colada morada, una bebida espesa que contiene más de veinte ingredientes, con la harina de maíz morado como base, acompañada de distintas frutas y especias.

Bigos. Polonia

En Polonia, el Día de Todos los Santos se conoce como Dzień Wszystkich Świętych. Es una festividad solemne en la que todo el país se lanza en masa a visitar los cementerios para encender velas y dejar flores en las tumbas. Aunque no existe un plato específico para la ocasión, las familias suelen compartir una comida tras las visitas que incluye platos tradicionales como el bigos (un guiso de col fermentada con carne, pierogi (empanadillas rellenas) o el makowiec, un pastel dulce de semillas de amapola.

Suman. Filipinas
En estas islas, la celebración del Día de los Santos y los Difuntos se conoce como Undas o Araw ng mga Patay. Las familias visitan los cementerios y llevan comida para compartir. Uno de los platos más habituales en este ritual es el suman, un pastel dulce de arroz cocido en leche de coco y envuelto en hojas de plátano. Puede comerse solo, pero también acompañado de mango o espolvoreado con azúcar, por ejemplo.

Tarta y semillas de calabaza. Canadá
En Canadá y Estados Unidos, además de empacharse (tanto los niños que los piden como adultos que los ofrecen) con los chocolates y golosinas del tradicional trick-or-treating, en Halloween es habitual consumir tarta de calabaza y también sus semillas tostadas en el horno, después de haberse pringado uno las manos con el correspondiente vaciado y tallado de la cucurbitácea en cuestión, todo sea por lo de los sustos y el no-waste.

Huesos de santo. España
En nuestro país, la festividad  se celebra con dulces típicos como los huesos de santo, cilindros de mazapán rellenos de yema de huevo, o los buñuelos de viento, bolas de masa frita rellenas o no que, según se dice, liberan a las almas del purgatorio con cada mordisco. En lugares como Cataluña o Baleares se consumen también los llamados panellets, dulces a base de almendra molida, huevo, azúcar y piñones y en Castilla y León son típicas las llamadas orejuelas u hojuelas, que consisten en una masa frita de harina, huevo, sal, y anís endulzada con azúcar o miel (de ahí la expresión “miel sobre hojuelas”).