26-12-2024

Si por estos lares la tradición manda atragantarse en Nochevieja tratando de seguir el ritmo de las campanadas uva a uva, en otros países también tienen sus propias costumbres en la mesa para subrayar el paso del viejo al nuevo año, habitualmente cargadas de significados y creencias que tienen que ver con atraer la buena fortuna, la prosperidad o la buena salud, dejar atrás el recuerdo de lo que el año anterior no trajo y esperanzarse de nuevo con las promesas del que está a punto de empezar. Y, por supuesto, con comer y beber en exceso en buena compañía.

Oliebollen (Holanda)

Estos buñuelos (cuya traducción literal sería “bolas de aceite”) hechos de harina, leche, huevo y levadura fritos en aceite y espolvoreados con azúcar glas se preparan tradicionalmente en Año Nuevo en Holanda. En ocasiones incluyen también pasas o trozos de manzana. Según la leyenda, la tradición se remontaría a los tiempos de las tribus germánicas que habitaban la zona, quienes consumían los buñuelos como maniobra disuasoria frente a la diosa Perchta, que acostumbraba a sajar con su espada las tripas de la gente en busca de su propio alimento.

Lentejas (Italia)

Por poco elegante y sofisticado que parezca en una noche de gala como la última del año, los italianos comen lentejas en Nochevieja o Notte di Capodanno, costumbre que al parecer data de los tiempos de la antigua Roma, cuando se regalaba en el cambio de año bolsas de piel (llamadas scarsellas) llenas de lentejas, que presuntamente tenían el potencial de convertirse en monedas. Sea como fuere la tradición cuajó y hoy las legumbres suelen servirse acompañadas de cotechino, un embutido graso y sustancioso que, precisamente por esto, también simboliza la abundancia y la prosperidad por venir en el año que entra. 

Frutas redondas (Filipinas)

En lugar de doce uvas, en el archipiélago filipino la tradición manda consumir, o al menos tener expuestas sobre la mesa, doce frutas (o trece, para quienes gustan de desafiar a la mala suerte o, al contrario, consideran que más es mejor), siempre que sean redondas, para, una vez más, tratar de atraer la riqueza que el año que está a punto de morir probablemente no trajo consigo. Aunque, claro, teniendo en cuenta que entre las piezas seleccionadas suele haber manzanas, naranjas e incluso sandías, en este caso acompasar su ingesta al ritmo de las campanadas o la cuenta atrás se antoja una proeza solo al alcance de Gargantúa.

Hoppin’ John (Estados Unidos)

Desde la primera mitad del siglo XIX hay registros en Estados Unidos de esta receta (de influencia africana), que al parecer se originó en Carolina del Sur, donde suele consumirse en Año Nuevo. El plato podría ser un pariente no tan lejano del arroz con frijoles cubano, porque aunque entre los ingredientes están los llamados “black eyed peas”, no se trata en absoluto de “peas” (guisantes) sino de alubias, que se mezclan con arroz y beicon. Al igual que otras recetas incluidas en esta lista, el plato sirve para simbolizar el deseo de buena suerte y prosperidad para el año entrante, que en ocasiones se subraya con hojas verdes de col (para representar el dinero) y pan de maíz (que haría las veces del oro), siguiendo el dicho  “Peas for pennies, greens for dollars, and cornbread for gold”.

Joumou (Haití)

La calabaza es la protagonista de esta sopa haitiana que lleva también carne de res y distintas verduras y que suele tomarse en Año Nuevo, aunque en realidad se consume en esta fecha por una razón distinta al cambio de año: se refiere a la independencia del país de Francia y su liberación de la esclavitud, lo que se produjo el primero de enero de 1804. El plato había estado prohibido a los esclavos haitianos hasta ese día (al parecer se consideraba un manjar al que solo podían aspirar sus amos esclavistas), cuando lo utilizaron para festejar su nueva condición.  Desde entonces, cada 1 de enero se consume como celebración de esa libertad. En 2021 la sopa fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Unesco. 

Vasilopita (Grecia)

Es especie de bizcocho elaborado con harina, azúcar, leche, huevos, mantequilla y algún toque cítrico se consume el 1 de enero en Grecia para celebrar el día de San Basilio. Antes de meterse al horno, se introduce en la masa una moneda: se considera que quien la encuentre tendrá buena suerte durante el año recién empezado. Según la creencia, la tradición comenzó con San Basilio El Grande, quien para ayudar a los necesitados horneó panes con joyas y monedas en su interior que después distribuyó entre los pobres. Además, los griegos se dedican en esta fecha a estampar granadas contra el suelo ante la puerta de la casa: cuantos más granos salgan despedidos de la fruta, más suerte para el estampador y los suyos.

Toshikoshi soba (Japón)

En Nochevieja u omisoka es tradicional comer en japón los fideos llamados toshikoshi soba, lo que resulta en un concierto de ruidosos sorbidos, necesarios para apreciar al máximo el sabor del caldo en el que se sirven, acompañados también de otros ingredientes, como cebollino o alguna clase de tempura.  La palabra toshikoshi indica en japonés el salto del viejo al nuevo año y los noodles simbolizan el deseo de longevidad y fortuna. Se dice que la tradición se inició hace unos ocho siglos en un templo budista que repartía este plato entre los pobres en el cambio de año. 

Dinner for One (Dinamarca, Alemania, Suiza, Suecia, Finlandia y otros)

Si en otros tiempos el dúo Martes y Trece reinaba en las nocheviejas españolas, en varios países europeos se ha convertido en una tradición ver en televisión una “cena para uno” en esa fecha. Se trata de Dinner for One, un sketch británico de 1962 (curiosamente, la costumbre no está extendida en el Reino Unido) protagonizado por los veteranos cómicos Freddie Frinton y May Warden. En él Warden interpreta a una mujer que celebra su 90 cumpleaños, pero como todos sus invitados habituales han muerto, su mayordomo, encarnado por Frinton, debe reemplazarles, bebiéndose todo lo que ellos habrían bebido, lo que por supuesto le hace estar progresivamente más beodo ante las carcajadas de nuestros vecinos del centro y el norte de Europa.