Cine culinario para rato
27-9-2022
Cinco películas conformaron el menú de este año en la sección Culinary Zinema del Festival de San Sebastián, que, como es norma desde su primera edición, fueron acompañadas otras tantas cenas celebradas entre los días 19 y 23 de septiembre en Basque Culinary Center. Grandes chefs como Virgilio Martínez y Pía León; o restaurantes de prestigio como Mibu y el parador de playa uruguayo La Huella protagonizaron los tres documentales de la selección, que se completó con dos largometrajes de ficción llegados de Japón y China.
El encargado de abrir el fuego fue el debutante Roger Zanuy, conocido principalmente como intérprete teatral, tanto en España como en Reino Unido, que presentó Mibu. La Luna en un plato, documental alrededor del legendario restaurante de Tokio, en el que ya se había fijado anteriormente en El tigre de Yuzu. La historia de Ferran Adrià y el Mibu, un espectáculo teatral que produjo con su compañía Kaiseki Teatre. Por el film desfilan algunos de los chefs más relevantes de las últimas décadas, de Ferran Adrià a Joan Roca, pasando por Andoni Luis Aduriz o Massimo Bottura, cocineros que de un modo u otro se han visto influenciados por el trabajo del matrimonio Ishida. La película está atravesada por los ritmos, los materiales, los colores y sonidos de la cultura japonesa y su título hace referencia al impulso que el chef Ishida sintió una noche al mirar al cielo y ver la luna en cuarto creciente: servirla en un plato a sus comensales. Ese deseo imposible se materializó a través del ingrediente más humilde: un plato de nabo hervido. Tras la proyección el chef Albert Raurich (Dos palillos) fue el encargado de ofrecer una cena en la que homenajeaba al restaurante japonés.
Desde el otro lado del mundo llegó otro documental, La Huella, historia de un parador de playa, firmado por el director italoamericano afincado en Argentina Alessio Rigo de Righi. La película relata cómo tres amigos afrontaron el reto de construir en la playa del pueblo uruguayo de José Ignacio un chiringuito sencillísimo, al estilo de los de los años 50, aquellos en los que “el vino blanco era frío y los mejillones estaban frescos” y que a pesar de su rusticidad de madera y arena ha llegado a colarse en las listas de los mejores restaurantes de Latinoamérica. En la película se cruzan “las historias de argentinos, uruguayos, corvinas, pejerreyes, el gran pintor Pedro Figari, pescadores, buenos vinos, Francis Mallmann y siempre el fuego, el brindis y la amistad como punto de partida y final”, tal como afirmaban sus responsables. Los chefs Vanessa González y Andrés Viñales, del propio parador, ofrecieron en Basque Culinary Center una muestra de la cocina, muy centrada en el fuego y la parrilla, del establecimiento uruguayo.
La gastronomía japonesa y su estrecha relación con los tiempos, las leyendas y los espíritus de la naturaleza fue de nuevo la protagonista de la tercera proyección y el primer largometraje de ficción del menú, The Zen Diary, dirigido por el cineasta nipón Yuji Nakae, en el que se narra la historia (inspirada en la del ensayista Tsutomu Mizukami) de un hombre que vive aislado en las montañas, escribiendo ensayos y cocinando comida zen con las verduras que cultiva y las setas que recoge en las colinas. La comida sirve de vínculo entre el escritor y su editora, que de vez en cuando le visita y por la que alberga sentimientos que van más allá de lo profesional. El film es una jubilosa celebración del placer de comer y cocinar como vehículo para manifestar emociones y afectos. Naoyuki Haginoya, director gastronómico del grupo Nomo, ofició la cena posterior a la proyección.
El otro ejemplar de ficción de Culinary Zinema aterrizó en San Sebastián desde China. Nostalgia sigue a la joven Qinghe, que regresa a su pueblo natal y recupera su relación con su abuela, expresada fundamentalmente por medio de la cocina, puesto que “los chinos no somos buenos expresando sentimientos con palabras, por lo que lo hacemos a través de la comida”, tal como afirmó su director, Peng Chen. El film se centra en la cocina de la región de Hunan, que fue también la protagonista del menú que se sirvió tras la presentación de la película, preparado por Yinfeng Tang y Sanhuay Yu, de los restaurantes Chila de Madrid y Barcelona.
El trabajo de los chefs Virgilio Martínez y Pía León fue el eje alrededor del que giró la última sesión de Culinary Zinema. El director argentino Alfred Oliveri, habitual de la sección, en la que ya había presentado Tegui: un asunto de familia (2018) y Don Julio: Corazón & hueso (2019), volvió a ponerse tras la cámara para rodar el documental Virgilio, donde realiza un recorrido por las distintas latitudes y altitudes de la cocina que desde Central, Kjolle, Mayo y Mil lleva a cabo la pareja de cocineros peruanos y en el que la propia Pía León colaboró como guionista. El film se centra tanto en la cocina que desarrollan en sus distintos proyectos y las dificultades que tuvieron para llevarlos adelante como en las biografías y la relación personal del matrimonio que conforman Pía y Virgilio, quien viajó a San Sebastián para ofrecer una cena en Basque Culinary Center la que los comensales pudieron experimentar en primera persona su creatividad a través de los productos que crecen en las distintas alturas de una geografía tan diversa como la de Perú.